La familia como núcleo de la sociedad, y particularmente por su pertenencia al territorio, debe conocer, respetar y aplicar los principios que fundamentan la educación propia.
Los atizadores y atizadoras son fundamentales para acompañar la orientación de los procesos académicos en el proyecto de vida de sus hijos; deben tener un rol activo que les permita y garantice la participación directa de las decisiones que a ese respeto sean tomadas. Por esta razón se proponen, entre otras, las siguientes características:
- Brindar amor a sus hijos y/o acudidos permanentemente a el establecimiento etnoeducativo.
- Mostrar compromiso y sentido de pertenencia con el establecimiento etnoeducativo.
- Mostrar buen comportamiento social.
- Tener buena relación con el medio ambiente.
- Atender con esmero las necesidades de sus hijos.
- Representar a sus hijos e hijas, con respeto y decoro, en los diferentes eventos organizados por el establecimiento etnoeducativo.
- Ocuparse del rendimiento académico y buen comportamiento de su acudido.
- Tener buenas costumbres morales.
- Promover y transmitir los saberes y valores culturales, tradicionales a sus hijos, para aporta a la prevalencia del legado ancestral.
Que propicien el dialogo, la concertación y la sana convivencia.